lunes, enero 01, 2007

Reglas básicas para comunicarse con niños y niñas



He encontrado un bonito artículo.. Que pena que mis padres no lo hubiesen conocido cuando era adolescente:). (Transcribo casí en su totalidad el artículo, aunque añado ideas de mi cosecha, si lo veo necesario).

(Artículo: 10 Reglas de Oro para comunicarte con tus hijos.Revista "Educar bien". Nro. 1. www.educarbien.es)

1. Démosles la oportunidad de ser responsables.

Delega en el/ella, algunos compromisos. Tienen que saber que se confía en ellos y se les considera capaces.

Otra forma de conseguir que se sientan responsables, es por ejemplo que se ocupen del cuídado de otros (que no sea una manera cómoda de evitar pagar canguro, eh:), o que ellos enseñen a otros, materias de colegio que ellos ya conocen.

Una de las mejores maneras de hacerles entender el sentido de responsabilidad es la de hacer que ellos mismos se autoimpongan la hora de llegada a casa, por ejemplo. En este caso, lo ideal es vigilar por ambas partes el cumplimiento, sin reproches, que restarían eficacia a la enseñanza.

2. Padres/madres comunicando a hijos como se sienten.

Ellos aprenden de la forma en que nosotros sentimos y expresamos. Es tan importante que conozcan nuestras alegrias como nuestras tristezas. Es con esta persona, la persona real que sufre y la que está contenta, con la que les será más fácil comunicarse que con un ideal falso de perfección de padres, que si algún día cae, puede hacer perder toda la confianza en la autenticidad de quienes son su referente de sinceridad (la confianza es un valor instintivo de hijos a padres, no lo olvidemos)

3. Mayor participación en la familia

En discusiones, alegrias o preocupaciones; escoger el lugar de vacaciones, comentar soluciones a posibles problemas que se le presentan a la familia, etc.. Hay que evitar la queja habitual "no me tienen en cuenta", o "no me cuentan nada". (Hoy mismo, la que esto transcribe en este blog, ha escuchado, como en un incendio, una niña que nadie quería escuchar por ser niña, salvo a muchas familias de la perdida de sus casas, porque un bombero tomó en cuenta sus palabras, informandole de como llegar antes a su habitación. A esa niña, la conozco yo).

Además ocultar información al niño/a, puede afectarle imaginandose que algo terrible está pasando, o va a pasar, pudiendo generar así en el futuro, adultos ansiosos, de manera completamente gratuita.

Aumentar la comunicación combinado con generar responsabilidad ayudará en el proceso de maduración emocional.

4. Buenos niveles Eticos.

Es importante establecer unos buenos niveles de valores éticos. Al tiempo que debemos ofrecer sinceridad, es bueno que sepan que tienen que corresponder igual.

Creer y practicar valores como el respeto(a los demás y a sus cosas), la empatía, la sinceridad, son valores que además de facilitar la convivencia en la familia, permiten que el niño de adulto sepa convivir sin problemas con otros seres humanos y pueda realizar su proyecto de vida, con más facilidad.

Por todo ello, la falta de respeto a otro miembro de la familia o a un amigo/a, una mentira, un robo, no deben de ser pasados por alto. En este caso, además de enseñarle a pedir disculpas (muchas veces con nuestro propio ejemplo), lo ideal es que se le enseñe a compensar el dolor que ha cometido, después de ayudarle a entender que siente el otro, precisamente ayudándole a ponerse en su lugar, y así desarrollar sus potenciales empáticos.

5. Armonía en la Comunicación de Pareja.

No es bueno que existan dobles mensajes o falta de síntonia entre progenitores, produce confusión intelectual y emocional en los hijos. Puede producir además que se genere una corriente de antipatia permanente para el "padre malo", que generará recuerdos dolorosos y lo peor a veces falsos y por tanto injustos para el que hizo el rol de malo. Cuando se convierta en adulto, podría creer ya toda su vida, que tales recuerdos fueron la realidad.

Las decisiones sobre los hijos, deben de ser consensuadas entre progenitores, mientras sean muy pequeños. Cuando tengan una edad básica, deben de poder opinar sobre sus vidas, en la medida de lo posible, porque es necesario que los niños/as, en algún momento de sus vidas, empiecen a entender por sí mismos, la lógica de las decisiones que se toman sobre ellos y puedan participando, progresivamente, cara a aprender a hacerse responsables de sus propias vidas.

Sin embargo, la última decisión, en cualquier caso, la tendrán los padres, en el supuesto de riesgo para la integridad física o psicológica de sus hijos.

6. Esperemos de ellos solo lo mejorv (y de nosotros también:)

Los padres tienen a repetir de forma inconsciente, las pautas de conducta heredadas de sus respectivos padres, con sus hijos.

Eso unos progenitores responsables, no lo aceptarán y lucharán por elegir de forma consciente, sus propias pautas de conducta en relación a sus hijos e hijas.

Intentaremos exigirnos mejorar nuestros defectos heredados de comunicación y estimular a nuestros hijos a hacer lo propio con los suyos mal aprendidos.

Igual que les estimularemos en su confianza de dar de si mismos lo mejor en todo aquello que quieran conseguir en la vida.

7. Escojamos un momento y un ambiente adecuado para comunicarnos

Debemos escoger los momentos para hablar de temas conflictivos, eligiendo lugares cómodos, y relajantes, en horarios no nocturnos, para conseguir la mayor atención. Hablar en situaciones que favorecen la tensión (lugares muy ruidosos, o donde hay muchas personas mirando, por ejemplo), no son una buena idea para iniciar una comunicación sobre un tema importante.

8. Cuidemos el lenguaje corporal.

Mostrar relajación corporal, es importante para conseguir una comunicación más efectiva.

Sentarse frente a frente, con brazos abiertos (produce sensación psicológica de que no se oculta nada, de que estamos abiertos a lo que escuchamos o que vamos a ser oídos de la misma manera).
Mirarnos a los ojos, sin tensión, concentrados en el amor que sentimos para el otro, para que este pueda escuchar o hablar con confianza total.
Concentrar nuestra total atención en lo que nos están contando, sin otras distracciones, favorecerá que ellos se sientan completamente escuchados.

Todo esto le dará una referencia además, sobre como comunicarse efectivamente con otras personas.

9. No hagamos referencias al pasado.

Es recomendable enfocar la conversación tan sólo con vistas al futuro, utilizando lo ocurrido en el pasado, claramente como mera referencia y no como un reproche.

El riesgo de vivirlo como un reproche producirá un juego de sentimientos de culpa, que hará que el mensaje no llegue, y se instale una dinámica de desconfianza en el reprochado, que vivirá cada intento de comunicarse con él, como una nueva herida a recibir. Este mecanismo se instala en el inconsciente, y muchas veces, no se soluciona nunca. A la larga, pueden vivir permanentemente susceptibles a las reacciones negativas de otros, que filtraran bajo el reproche y la culpa, y le obligarán a desarrollar unos mecanismos defensivos permanentes que los harán infelices. Y eso no es lo que queremos.

10. Capacitémosles para elegir y elaborar planes

Es esencial para el desarrollo de la personalidad del niño, establecer una jerarquía de valores que le ayuden a aclararse para encontrar sus metas.
Que aprendan a elegir, a tomar decisiones, a hacer planes a largo plazo y respetar los pasos a dar para llegar a ellos.
Los padres deben proveer la asistencia necesaria, experiencias, así como servir de modelos positivos siguiendo estas jerarquias de valores, y mostrando como se toman decisiones y se asumen consecuencias.

Jamás se debe decir que decisión deben tomar. Sino enseñandoles a pensar por si mismos (ver enlace a anécdota de Rutheford:)

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